miércoles, 23 de diciembre de 2009


Hoy he despertado temprano, en parte abatida por no haber podido ver a alguien especial antes de partir de viaje. Lo se, son un par de días, pero es tan importante para mi que odio dejar las cosas a medias. A veces me encantaría que la gente pudiera ver las cosas desde mi punto de vista.

¿Cuál es mi punto de vista en este momento?
Una maleta a medio hacer, música de Green Day de fondo, mi perro tumbado en su camita,... en parte de eso tristeza, no quiero irme, no quiero abandonar esto, aunque sean solo unos días, no quiero dejar atrás las pequeñas cosas, es dificil dejar atrás algo con lo que convives a diario, algo que consideras esencial para continuar.

Feliz Navidad

martes, 22 de diciembre de 2009


Dime, ¿Sabes como me siento?, mirame, no pienses, solo bésame, ¿Para qué esperar más?. Te quiero

lunes, 21 de diciembre de 2009


Vuelvo a sentir mariposas en el estómago y es que me muero de ganas por sentirlas una vez más después de tantísimo tiempo sin hacerlo. Las mariposas de esta ocasión son peligrosas y no tienen demasiado sentido pero ansío enamorarme, aunque ya lo esté, pero no es el mismo sentimiento cuando es un amor no correspondido. Una historia pasada me devuelve la ilusión de forma estúpida, como siempre que vuelve a aparecer en mi vida, pero fue especial, fue distinto, y eso lo convierte en alguien importante. No puedo cambiar eso.

El desengaño me provoca ganas de retroceder y cambiar lo que hice mal en un pasado, pero nadie es perfecto y si pudiera retroceder, volvería a fallar en mis acciones, volvería a meter la pata.

Quizás me dejo llevar por lo que pienso o intuyo, algo que no suele ser lo mejor, pero me reconforta pensar que actué como pensaba. Es mejor arrepentirse de lo que queremos hacer que de lo que dejamos de hacer por miedo a fallar, aunque el dolor posterior sea insoportable.
Me gustaría tenerlo en cuenta en muchas de las elecciones que tomo, me gustaría ser capaz de afrontar mis problemas y encontrarles una solución coherente sin refugiarme en lo trascendental.

En fin, seguiremos confiando en ''la magia de la navidad'', al menos hasta que termine.

El año pasado, para que mentir, solo me faltó un empujón para que se cumpliera mi sueño, este año no me falta ese empujón, pero si necesito la ocasión perfecta, la ocasión adecuada para hacer frente a ese miedo insoportable que vive conmigo sin dejarme ser del todo feliz.

viernes, 18 de diciembre de 2009


Hoy vuelvo a sentirme fragil, si, como en multitud de ocasiones. En cambio hoy podría decir que siento una fragilidad distinta. Sigo teniendo el miedo que me inunda cada vez que me siento incapaz de mantener a las personas que quiero a mi lado, pero hoy me planteo si son ellos los que pierden, o si por el contrario, la que podría llegar a perder sería yo.

La vida da muchas vueltas, tantas que a veces podría cambiar el sentido de las cosas de forma asombrosa. Pensar que el Señor Silencio llegue a cambiar su forma de pensar me resulta tan lejano como utópico, para que mentir, es imposible.



Se acerca la Navidad, esa fecha que año tras año consigue irritarme un poco más. Me encantan los adornos, el ambiente que se respira en la calle, pero nunca son mágicas, no consiguen ser nada más allá de la festividad comercial que la mayor parte de la población celebra. Yo sigo esperando. Sigo a la espera de todo eso que parece no llegar. Papa Noel, Reyes Magos, Camellos y Renos, si quereis que vuelva a creer en vosotros y vuelva a adorar esta festividad como cuando era una niña, sabeis lo que quiero. ¿Es imposible?

martes, 15 de diciembre de 2009


Quizás no me había dado cuenta antes, pero si, soy una persona egoista. Infravaloro a la gente que me da más sin recibir nada a cambio, y, aunque parezca una contradicción, aprecio y valoro más a aquellas personas que aparentemente a mi me valoran mucho menos.

De forma inconsciente me permito el lujo de usar a las personas como quiero, según mi interés, y eso me hace daño, tanto o más que apreciar a quien no debería.

No me explico porque no soy capaz de poner fin a esta balanza tan descompensada que me tortura día tras día, que por la noche no me deja dormir y que en más de una situación consigue perforarme el pecho.

Siento una dependencia ficticia por alguien, algo que no debería sentir, pero por desgracia no lo puedo evitar. Es demasiado duro como para poder entenderlo, ni yo misma lo entiendo.

No soy nada más que el parásito de mi propia existencia, alguien que necesita que le digan lo bueno que es para creérselo, aunque sea mentira, pero necesita a alguien externo y cercano para seguir adelante.

Me gustaría tener algo de fuerza de voluntad para terminar lo que empiezo, o para empezar algo nuevo y motivador.