Vuelvo a sentir mariposas en el estómago y es que me muero de ganas por sentirlas una vez más después de tantísimo tiempo sin hacerlo. Las mariposas de esta ocasión son peligrosas y no tienen demasiado sentido pero ansío enamorarme, aunque ya lo esté, pero no es el mismo sentimiento cuando es un amor no correspondido. Una historia pasada me devuelve la ilusión de forma estúpida, como siempre que vuelve a aparecer en mi vida, pero fue especial, fue distinto, y eso lo convierte en alguien importante. No puedo cambiar eso.
El desengaño me provoca ganas de retroceder y cambiar lo que hice mal en un pasado, pero nadie es perfecto y si pudiera retroceder, volvería a fallar en mis acciones, volvería a meter la pata.
Quizás me dejo llevar por lo que pienso o intuyo, algo que no suele ser lo mejor, pero me reconforta pensar que actué como pensaba. Es mejor arrepentirse de lo que queremos hacer que de lo que dejamos de hacer por miedo a fallar, aunque el dolor posterior sea insoportable.
Me gustaría tenerlo en cuenta en muchas de las elecciones que tomo, me gustaría ser capaz de afrontar mis problemas y encontrarles una solución coherente sin refugiarme en lo trascendental.
En fin, seguiremos confiando en ''la magia de la navidad'', al menos hasta que termine.
El año pasado, para que mentir, solo me faltó un empujón para que se cumpliera mi sueño, este año no me falta ese empujón, pero si necesito la ocasión perfecta, la ocasión adecuada para hacer frente a ese miedo insoportable que vive conmigo sin dejarme ser del todo feliz.