jueves, 18 de febrero de 2010

With me tonight (1)


Era un día normal, como cualquier otro. Seguía siendo fiel a mi particular forma de ver las cosas, huyendo de cualquier responsabilidad que pudiera condicionarme. De todos modos, la irresponsabilidad a veces lleva al aburrimiento sin que nos demos cuenta y lo más inteligente termina siendo hallar el modo de acabar con el.

No estaba ilusionada, esa misma tarde tenía cosas mucho mejores que hacer, pero debía cumplir con la que sería mi obligación durante un tiempo.

Llevaba unos pantalones pitillo, unas botas negras estilo militar, un yérsey grande, ochenteno de esos que tanto me gustan, color azul marino, el pelo desordenado y los ojos, como siempre, muy ahumados en negro. No estaba arreglada, no tenía por que hacerlo.

Sin ganas, sumida por el aburrimiento que iba a pasar aquella tarde, me dirigí hacia el estudio donde iba a empezar mis primeras clases sobre música.
Esperé en la puerta hasta que fue la hora, después, con el rostro colorado debido a la vergüenza que me daba el no conocer a nadie, entré saludando a las personas que ya estaban dentro. Debía haber imaginado que el llegar tarde llamaría la atención, de manera que la profesora, aprovechó esa situación para que yo fuese la primera en romper el hielo.
-Preséntate, ¿Cómo te llamas?.
Tras la rápida presentación, en la que solo dije mi nombre, ya que de los nervios había olvidado por qué estaba allí, empezó a explicar cómo iban a ser las clases a lo largo del curso, momento que pude aprovechar para echar un vistazo al resto de gente que había en aquella pequeña sala.
Muchas personas mayores, como esperaba. Mi interés por conocer a alguien interesante allí se esfumó de forma vertiginosa. Saqué un bolígrafo verde turquesa de mi estuche y comencé a moverlo de una lado a otro. La explicación sobre lo que haríamos en el curso estaba siendo tan aburrida como esperaba, no podía evitar despistarme.

-Si surge algún cambio respecto a lo que os he contado, os lo comunicaré. Ahora, continuaremos con las presentaciones. A ver, tú, cuéntanos algo sobre ti.
Seguí la dirección de su dedo, señalaba a un hombre que no había visto en todo ese rato porque mi sitio le daba la espalda al suyo. Estaba justo en la esquina del aula, cruzado de piernas y brazos, observando detenidamente lo que había a su alrededor.
-¿Me dices a mi?.
-Si, cuéntanos algo sobre ti si eres tan amable.

Sonrió de forma tímida, al mismo tiempo que comenzaba a gesticular con las manos mientras hablaba.
-Me llamo Daniel, estoy aquí por asuntos laborales, me exigían tener nociones algo más avanzadas sobre música en mi trabajo.
Antes de terminar de hablar hizo un chiste fácil que no alcancé a escuchar porque volví a despistarme, y esta vez no fue por aburrimiento, más bien lo provocó una inquietud extraña que surgió en aquel momento e hizo que le mirase de otro modo.

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